El diseño interior de Courtyard se traduce básicamente en dos elementos: piedra y madera. Se trabajó sobre el concepto del oasis urbano y se quiso lograr una ambientación natural, con revestimientos que evocan dichos materiales. Laminados, porcelanatos, luces tenues y cálidas, que en conjunto con el mobiliario, tapices y colores dosificados generan el ambiente hotelero requerido por la cadena.
Desarrollamos como punto focal un cielo volumétrico inspirado en la cordillera que genera continuidad en el espacio longitudinal del hotel, y otorga un sello local muy potente. En el hall de acceso del primer piso también se evocó la cordillera, insinuada en grandes lámparas diseñadas especialmente para el hotel.
Noviembre 10, 2017
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